los días nublados se han despejado. Por fin he aprendido una maravillosa lección: querer a los que realmente merecen que les quiera y quererme a mí misma. He aprendido a que a pesar de las nubes, siempre brilla el sol.
He tenido a lo largo de este tiempo demostraciones de auténtico cariño y de amor por parte de mis seres queridos y sobre todo de esa persona que afectaba a mis pensamientos día y noche...
Me ha demostrado que está ahí, que nunca se ha ido y que nunca se marchará, pero aún así quiero estar alerta, no descuidarme, no cerrar los ojos para no perder de vista la felicidad que envuelve mi sonrisa cada mañana... Te quiero, te amo, nunca te he olvidado ni nunca lo haré... que así, ¿ sea ?
No hay comentarios:
Publicar un comentario